La Madera es la materia prima más ecológica: es un producto natural, que no requiere un proceso industrial en las sucesivas etapas de plantación, cultivo, mantenimiento y tala, y que no genera impactos ambientales significativos hasta su transformación.
La Madera es reciclable: sus derivados no requieren de tecnología o procesos industriales sofisticados para su conversión en material para tableros, pasta de papel, serrines, biomasa, etc.